Y muy importante, es resolutiva ante imprevistos que los hay.
La gestación o maternidad subrogada (aunque también llamado a veces vientre de alquiler) es el proceso en el cual una madre, va a ofrecer su propio útero para que se le transfieran embriones de otra pareja, que por diferentes problemas como por ejemplo: problemas de fertilidad, problemas de infertilidad, cuestiones ético-sociales… Deciden recurrir a la gestación subrogada para dar vida a su propio hijo.
Una agencia será mejor o peor en función de cómo se adapte a las necesidades de cada caso. Por tanto, dependiendo de la situación de los futuros padres, se escogerá una u otra.
En cualquier caso, para poder elegir cuidadosamente una agencia de este tipo, es imprescindible tener en cuenta los siguientes puntos:
Como hemos comentado, el modo de trabajar de la agencia elegida debe encajar con tus necesidades y debe ofrecerte confianza.
Es muy importante que los profesionales de la agencia resuelvan todas tus dudas y te den toda la información que necesites sobre el proceso. En estos casos es habitual basarse sobre todo en la buena sensación que nos da una empresa u otra.
Donde se comenzaron a dar los procesos de maternidad subrogada, fue en EEUU, además, es un proceso muy seguro, ya que para que una candidata pueda finalmente “alquilar” su vientre, esta debe pasar por una gran cantidad de evaluaciones donde finalmente será seleccionada por una agencia de gestación subrogada especializada.
Sin embargo, la experiencia de miles de parejas en los últimos años ha hecho posible determinar algunas pautas para seleccionar correctamente un programa de subrogación.
En primer lugar, lo mejor es evitar los pagos en efectivo. Un proveedor reputado ofrecerá opciones de pago formales, tales como transferencias bancarias internacionales, que proporcionan un sólido historial de transacciones supervisadas por terceros en el caso de conflictos posteriores. Algunas clínicas ofrecen incluso arreglos de pago en el país de origen de la pareja, evitando los inconvenientes (y ocasionalmente el papeleo añadido) de las transferencias internacionales.
En segundo lugar, las tasas apropiadas de una subrogacióndebería ser otro aspecto a tener en cuenta; si parecen excesivamente bajas, es probable que haya una razón para ello. Muchas clínicas ofrecen tarifas más bajas, proporcionando acuerdos con gestantes más mayores (que las clínicas acreditadas rechazarían) o con gestantes que viven en áreas que no son muy seguras, o que escatiman en el cuidado de la gestante durante el embarazo.