Las ITS son las conocidas Infecciones de Transmisión Sexual cuya forma de contagio principal es a través del contacto sexual. Las causas de una de estas infecciones pueden ser por bacterias, virus, parásitos u hongos y se tiene un registro de más de 20 tipos de ITS.
La mayoría de las enfermedades que se producen a causa de una infección afectan tanto a hombres como mujeres, aunque en el caso de las últimas es posible que presenten mayores complicaciones y eso empeoraría en el caso de lograr un embarazo, puesto que también afectaría al bebé en gestación.
También se registran muchos casos donde luego de un contagio no se presentan síntomas y esto puede ser doblemente riesgoso, tanto para la persona que contrajo la enfermedad porque no es tratada y para las posibles parejas que pueda tener en adelante luego de un contagio.
Tener una ITS durante el embarazo puede causar serios problemas tanto para usted como para su bebé, incluyendo:
Tener una ITS puede causar problemas para su bebé después del parto también, como problemas con los ojos, los pulmones y el hígado. Algunos de ellos pueden afectar la vida entera de su bebé y otros hasta pueden causar la muerte. Es por eso que es tan importante hacerse una prueba de detección y tratarse las ITS. El tratamiento antes y durante el embarazo puede ayudar a proteger a su bebé de la infección.
Hacerse temprano las pruebas y el tratamiento puede ayudar a protegerlos a usted y a su bebé de la mayoría de las infecciones de transmisión sexual.
Si tiene una ITS causada por una bacteria, su profesional le recetará antibióticos como tratamiento. Las bacterias son organismos diminutos que viven adentro y alrededor de su cuerpo. Algunas bacterias son buenas para el cuerpo y otras causan enfermedades. Estos son medicamentos que matan las infecciones causadas por bacterias.
Las ITS que están causadas por un virus (como el VIH, el HPV, el herpes o la hepatitis) no pueden curarse con un tratamiento. Pero el tratamiento puede ayudarle a manejar las señales y los síntomas