Quizá pueda parecerte demasiado obvio, pero te sorprenderá saber la cantidad de gente que, por unos motivos u otros, acabó renunciando a sus sueños. O peor aún, nunca llegaron a tener uno.
Vivimos en un mundo en el que todo está programado.
A simple vista, lo más fácil es poner el piloto automático y seguir las pautas que la sociedad actual nos va indicando a lo largo de las distintas etapas de nuestra vida:
El problema no reside en seguir el camino, sino en desconocer por qué lo estamos siguiendo.
Citando a George Clooney en ‘Up in the Air’:
“¿Cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños?”
No dejes que la rutina te consuma. Cambia el pensamiento de trabajar para comprar cosas que realmente no necesitas y reestructura tu vida para que el trabajo sea simplemente un medio que te permita alcanzar tus objetivos.
Cuando se toma la decisión de tener un hijo, se tiende a pensar que al mes siguiente el test de embarazo resultará positivo. Sin embargo, este proceso, dependiendo de las características físicas y genéticas de la pareja, puede tardar algo más de tiempo.
Muchas veces la ansiedad y el deseo de tener un hijo no harán más que entorpecer el proceso de fecundación. “Marcarse este objetivo de manera obsesiva altera el funcionamiento normal del cuerpo de la mujer, generando un estrés que puede bloquear la consecución de dicho objetivo” asegura la psicóloga Susana Martín.
No debes obsesionarte
La búsqueda del embarazo ha de ser un proceso lleno de ilusión y no convertirse en todo lo contrario. Si te obcecas con que éste debe producirse de inmediato y comienzas a pensar que tal vez tengas algún problema que esté evitando que se produzca, las consecuencias nunca serán positivas.